Los Guerreros 2da. Parte

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Los Santos Guerreros: Elegguá, Oggún, Ochosi, Osun

Este conjunto de orishas tienen como misión cuidar y defender a la persona que los recibe y a su casa. En determinados casos su acción espiritual puede ampliarse a un círculo mayor pues Elegguá todo lo puede.

Estos orishas también pueden abrir el camino hacia el bienestar que sea dado por el aché (gracia, don, poder) que se posea o se reciba.

Los Santos Guerreros están constituidos por Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun.

Elegguá

"Elegguá, dueño y guardián de los caminos"

Elegguá es hijo de Obbatalá y Yemú y aunque un muchacho se le considera como el más terrible de los orishas: es el dueño del destino, lleva y trae lo bueno y lo malo que no se espera.

Es el orisha de las bromas de lo inesperado e imprevisto. Emboscado en cada camino, dispone de nuestra vida en cada momento, y puede jugar con ella a su antojo. Abre y cierra los caminos y las puertas, las del cielo y de la tierra a dioses y mortales y las abre y las cierra a su capricho a la suerte o la desgracia, por esto es esencial contentar a Elegguá.

Elegguá es el primero y más importante de los guerreros y es el orisha sin el cual nada puede hacerse en Ocha.

Elegguá es correo de Olofi (ser supremo que creó el universo y repartió su aché entre los orishas para que gobernaran el mundo) y es también espía y mensajero de los dioses; por su genio de niño revoltoso siempre está dispuesto a alguna travesura. Es el primer orisha cuyo favor debe conquistarse, lo cual es fácil pues es muy goloso.

Elegguá está en todas partes acechando. Guarda las encrucijadas, está en "las cuatro esquinas" y aunque vive en las sabanas lo encontramos en cualquier lugar. Elegguá se mete en todo pudiendo enredar una situación y volverla al revés. Elegguá lo mismo contraria los planes de los dioses que los del hombre.

Elegguá es el primer orisha que recibe la ofrenda, "que come" el espíritu de los alimentos en cualquier sacrificio, es el primero a quien se saluda después de los egguns y el primero a quien se pide permiso y agasaja en toda ceremonia Yorubá para evitar con esto las complicaciones que motivarían su descontento. La leyenda señala que una vez Olofi fue curado por Elegguá de una grave dolencia y le dijo: "...Elegguá, pídeme lo que quieras muchacho". Elegguá que conocía la miseria le contestó "comer antes que nadie... y que me pongan en las puertas para que me saluden a mi primero". Pues así será le dijo Olofi y, además, lo nombró su coreo y le dijo: "siendo tú el más chiquito y mi mensajero, serás el más grande en la tierra y en el cielo. Sin contar contigo nunca será posible hacer nada".

A Elegguá los videntes lo reconocen como un niño con cara de viejo con sombrero de yarey siempre fumando tabaco es también tomador de aguardiente (otí).

Como su función es la de guardián, no se le tiene nunca escaso de comida para que se sienta a gusto en la casa y no la deje abandonada para salir a buscar fuera lo que le falta. No conviene tenerle muy satisfecho pues se

acomoda y no trabaja. Se le representa con los colores rojo y negro (vida y muerte) en vestidos, collares y manillas (irdés o iddés).

Elegguá es el primer adivino (awó) y es el que enseña a adivinar a Orula (es el nivel superior de la adivinación al que se le puede tener acceso a través del babalawo, se le considera ayudante de Olofi). Posee concentradas en sí todas las fuerzas y poderes de los demás orishas.

Muchos relatos (patakies) confirman la importancia universal de Elegguá y la conveniencia que supone tenerle de nuestra parte. Elegguá como acción espiritual tiene muchas formas de manifestarse, actuar o "caminos", el

Elegguá de la casa está para el bien, pero en su condición general de Eshu (Elegguá de la calle u Olosi) puede hacer mucho daño.

Elegguá es uno y esto todos los Elegguá a la vez, o sea, resume en sí todos los poderes y facultades atribuidas en sus 21 caminos.

Elegguá Laroye, amigo y custodio de Oshún, es el que vive detrás de las puertas de las casas en una cazuelita (ikako) de barro, a este Elegguá doméstico de rasgos humanoides también se le conoce como guardapuertas o de amasijo y lo hace el babalawo (sacerdote de Ifá) con cemento y otra serie de componentes que incluyen un secreto (añá). Por lo general se le solicita al devota que recibirá los guerreros que encuentre la piedra (otá u Omán) de Elegguá en el campo, la montaña, etc. Según el camino y después se asienta en una ceremonia secreta.

El Elegguá que da el babalocha o "santero" por lo general se asienta en cobo, un coco, etc.

A Elegguá se le identifica con los santos católicos San Antonio de Padua, el Niño de Atocha, el Anima Sola, etc. según el camino. Elegguá es un santo que se recibe y también se hace.

Protege de accidentes, miserias, penas y traiciones.

Elegguá es el principal de los Santos Guerreros que reciben los creyentes para su protección y de la casa, es el encargado de velar por su dueño, ayudarlo y abrirle los caminos, pero también deberá recibir la atención adecuada.

A Elegguá lo podemos saludar al llegar a la casa (AIQUÉ = AQUÍ ESTOY) dando tres golpes sobre una superficie y avisarle cuando nos retiramos (CHON CHON UNLÓ = ME VOY CAMINANDO).

El Elegguá doméstico deberá alimentarse todos los lunes (día de Elegguá) y el día 3 de cada mes. Para esto se puede proceder así:

Se le saca al sol (Orun) un rato, antes de las 12 del día.

Se le una manteca de corojo (elemento esencial para el aseo) sobre su bien o piedra (otán u otá) y se le devuelve a su lugar.

Se derraman ante él tres pocos de agua diciendo en lengua lucumí:

Omi tutu, ana tutu, tutu laroye

Se le piden los irés (suertes) deseados y se puede hacer este rezo para evitar males (osobbos):

Elegguá Alaroye asú comaché ichá fofá guara

Omi tutu, ana tutu, tutu bami

Cosi ikú, cosi aro, cosi ofo, cosi arayé

Cosi ogun afonfo molei delo omodei.

Se le sopla aguardiente o ron en su defecto sobre su otán.

Se le echará humo de tabaco que se le dejará en la cazuela.

Entonces se alimentará con pequeñas porciones de pescado y jutía ahumada, miel, coco seco, granos de maíz tostado, manteca de cacao, un pedacito de ñame, etc. en dependencia de los recursos que existan.

Se le encenderá una vela de cualquier tamaño que arderá hasta consumirse.

Cada vez que se pueda y quiera, se derramará sobre su otán la sangre (yerbale) de un gallo o un pollo, al orisha le gustan muchos los pollitos pequeños (gio gio). De este animal pueden comer los otros guerreros. Este sacrificio lo puede hacer el dueño de Elegguá si conoce el procedimiento o acudirá a su padrino. A los orishas siempre se les ofrecen animales sanos. Un chivito (aunkó) negro se le ofrecerá por algo muy importante pero para su sacrificio el aleyo se deberá auxiliar del padrino. Es importante que al presentarle a Elegguá las ofrendas sencillas (addimú) se enumeren en voy alta "para que oiga lo que se le va dando"; hacerlo en lucumí si es posible:

Chequete = aguardiente de maíz

Coco = obi u obbi

Jutía ahumada = ekú

Manteca de cacao = orí

Manteca de corojo = epó

Gallo = akukó

Tabaco = achá

Naranja china = osán

Melón = egurín

Paloma = ayalé

Chivo = aunkó

Para retirar el addimú se preguntará a Elegguá hacia donde va. A Elegguá le gusta mucho los dulces y caramelos que se pueden poner en su cazuela con motivo de una fiesta o en cualquier momento. Elegguá no come palomas salvo en algunos caminos como Guiriyelú y Añaguí y la gallina es tabú (auó) para él.

A Elegguá también los creyentes le cantan, le bailan en una pierna dando vueltas y le ponen juguetes como bolas (canicas), mariquitas y monedas. También admite artes de caza y pesca y tarros de chivo. Se le pone un garabato de guayaba para que abra el camino.

A Elegguá se le puede sacar a pasear con su consentimiento y tomando las medidas apropiadas para su protección. Los atributos y herramientas de los guerreros serán aseados con agua fresca periódicamente y también después de darles eyerbale. Posteriormente se les untará epó.

Las iyalochas pueden entregar un Elegguá de tipo espiritual.

La fiesta de Elegguá puede hacerse el 6 de enero, el 13 de junio, o cualquier día que se comprometa.

Algunos saludos que se pueden hacer a Elegguá en la moyugba:

ALA LU BANCHÉ – DUEÑO Y SEÑOR DE LOS CAMINOS

NOMBRE DEL ELEGGUÁ SI ES DE BABALAWO....................... O ESHU BABAKIKEÑO, ESHU LAROYE – ASÚ

KAMA ACHÉ AKUÉ.

ELEGGUÁ AKÉ BORÚ AKÉ BOYÉ, TORI, TORÚ LAYÁFI YORUARE.

ALÁ LE ALÉ CUPACHÉ AGÓ MECÓ.

Lámpara que se pone a Elegguá para que trabaje:

En una cazuela de barro o plato echar:

3 granos de pimienta de guinea, miel de abejas, pedacitos de manteca de corojo, pescado y jutía ahumados, manteca de cacao, harina de maíz fina, aceite de comer, aguardiente y mantequilla rancia para que su olor haga salir a Elegguá a trabajar.

Poner 3 mechas prendidas durante 3 días.

Rogaciones a Elegguá

3 pescados frescos, uno untado con manteca de corojo, otro con manteca de cacao y el otro con miel. A cada pescado se le pondrá en la boca un poco del producto con el cual fue untado. Se pondrá uno en cada esquina de la casa o cuadra y el que fue untado con miel se situará frente a la casa en dirección a la puerta.

Un pollo blanco relleno con miniestras y ekú, epó, eyá, oñí, albé, orí, otí y dejarlo en las cuatro esquinas.

Oggún

Oggún es uno de los más viejo orishas. Hermano de Elegguá y Changó, es el guerrero por excelencia y participa en todas las batallas, domina los secretos del monte.

Oggún Arere es símbolo de la fuerza y la energía terrestre. Es tan travieso y astuto como Elegguá pero más voluntarioso. Es el dios de los minerales, de las armas, de los instrumentos de trabajo y de todos los hierros y la fragua. Por esta razón su cazuela puede ser de hierro, lo cual es obligatorio cuando se asienta.

En su cazuela de tres patas se le pone todo lo que pueda necesitar para cuando vaya a dar una batalla, o sea, armas y herramientas. Sus atributos y herramientas son: machete, pala, pico, cadena (achabá de 21 piezas), yunke, cuchillo (oba), clavos de línea, herraduras, etc. El conjunto de 21 piezas indispensables que le acompañan recibe el nombre de chiviriquí o alawedee.

Oggún vive en el monte y en los raíles del tren por lo cual muchas de las obras o trabajos que se hacen con este orisha se deben llevar o hacer en este lugar.

Oggún gusta del aguardiente de caña y del tabaco, así como del coco y del maíz tostado. Sus colores en la ropa son el morado y el verde y su collar lleva cuentas verdes y negras, o moradas y rojas o solamente moradas según el camino y la casa o familia de santo. Su equivalente en la religión cristiana es San Pedro.

Oggún protege en operaciones quirúrgicas y de accidentes sangrientos. Sus hijos son voluntariosos, enérgicos y francos. Oggún es un santo que se recibe y también se hace. Se asienta piedras del monte. Este orisha come chivo, gallo, jutía, puerco, perro y toro. Su día de la semana es el martes y los días 4 de cada mes. Sus números son el 3 y el 7.

Ochosi

Ochosi Ode Mata es un viejo guerrero, mago y adivino que vive en el monte sentado a la puerta de su ilé. Es el mejor cazador y por esto se le representa por el arco y la flecha que nunca deben apuntar hacia abajo. Por un pacto hecho antes Orula, Ochosi vive junto a Oggún en su misma cazuela de guerreros.

Presenta los mismos gustos. Ochosi es hijo de Yemayá y hermano del yerbero médico Inle. Sus hijos son de iniciativas, hospitalarios y aman la familia. Es el santo de las prisiones (ilé ochosi) las cuales puede evitar o aliviar a sus protegidos.

Ochosi come venado, chivo y todo pájaro que haya sido cazado. Ochosi es un santo que se recibe y también es fundamento (odu). Sus colores representativos son el lila oscuro, el verde y el negro. Su número es el 3 y su celebración es el 3 de noviembre.

En la religión católica aparece como San Norberto y San Huberto. Su día de la semana es el martes, así como el día 4 de cada mes.

Osun

Es el vigilante permanente de los Santos Guerreros, se le representa por un gallo, una paloma o un perro sobre un pedestal que cubre una copa metálica que contiene un secreto.

Osun es también mensajero de Olofi y Orula. Su misión es tener a su dueño levantado y fuerte. Es la salud, sostén de la vida y nuestro bastón por lo cual no debe caer nunca. Si cayera habría que investigar rápidamente pues es un aviso de que algo malo va a ocurrir pues Olofi lo utiliza para predecir la muerte. Debido a esto cuando se le da de comer se debe obrar cuidadosamente. Muchos olochas plantean que si Osun cae hay que darle una paloma. A Osun se le debe colocar en un lugar alto sobre nuestra cabeza para que la mantenga en su lugar.

Come de todo pero gusta de la paloma blanca.

Osun no se hace ni se asienta. Su día de la semana es el jueves. Se catoliza con San Juan Bautista y su fiesta es el 24 de junio.

Ceremonia de entrada Al recibirse Los Guerreros se les dará entrada en la casa; esto se hace con el sacrificio de un pollo y una paloma para que coman, se sientan en su casa y respondan por ella.

Esta ceremonia la hace quien entregó los orishas.

El día escogido para "dar la entrada" los guerreros se sitúan en el piso detrás de la puerta de la casa por donde no se entrará no saldrá hasta que concluya la ceremonia. Ese día deben estar presentes todos los que allí vivan.

El encargado de dar la entrada realizará la moyugba correspondiente y con la paloma y el pollo limpiará (sarangenge) a la persona que recibió los guerreros y a los demás habitantes de la casa que deberán ser

presentados a Elegguá por orden de edad, de menor a mayor. El pollo por lo general puede consumirse aunque

debe preguntarse a Elegguá pues si recogió algún daño se deberá botar, la paloma siempre se bota donde lo

indique.

Al ser sacrificados los animales, los presentes se jalarán la piel del cuello (en la nuez de Adán) diciendo bara yakiná varias veces y el dueño de los guerreros deberá echar sobre sus cazuelas las plumas que arrancará al pollo y a la paloma que yacen en el piso a la vez que pide al orisha todo lo que se quiera.

Por lo general la cabeza del pollo se le deja a Oggún y a Ochosi en su cazuela hasta que los orishas sean aseados, esto se hará después de un tiempo prudencial o al otro día.

En esta ceremonia también se les ofrece a los orishas coco, agua y miel de abejas, se les reza y canta. Al terminar, el dueño del Elegguá deberá limpiar el piso con las plumas que cayeron, recogerlas y depositarlas al pié

de Elegguá.

Pos esta ceremonia se pagará el derecho correspondiente.

Para algunos oficiantes la entrada de los guerreros puede demorar hasta que el propio Elegguá facilite las condiciones.

No pretenda que Elegguá le resuelva problemas cotidianos o que nada tienen que ver con el campo santoral.

Divida una pregunta compleja en varias preguntas sencillas.

Las proposiciones que se hagan deben ser claras y precisas.

No se deben hacer preguntas cuya respuesta admita más de una interpretación. Esto ocurre cuando se pregunta en negativo.

Tirar los cocos sin miedo pues los osobbos se pueden quitar.

En una respuesta con Eyeife no se pregunta más.

Cuando existan dudas sobre lo preguntado es mejor rectificar.

Cuando tenga dificultades de algún tipo con los guerreros acuda a su padrino Los Santos Guerreros no son una "lámpara de Aladino", aunque podrían serlo.

Los Guerreros pueden facilitar el alcance de lo que por nuestro aché nos corresponde o nos quieran brindar los orishas, eliminando de nuestro camino los males que se interpongan para el logro del bien. Para obtener esto es necesario no hacer mal y tratar de estar siempre iré.

Pedirle a los Guerreros venturas que están fuera de nuestro alcance en la vida real, podría debilitar la fe y esto conduce a la apatía y la incredulidad. Se puede pedir, pero son los orishas los llamados a conceder o no.

Plantas (ewes) magicas de los Santos Guerreros

Plantas de Elegguá

Ají Guaguao – reducido a polvo es fundamental en cualquier trabajo.

Almacigo – es espanta brujo y purificados. Se usa el palo sin cortarlo.

Caumao – utilizado por los mayomberos (paleros) para enredar a la gente.

Curujey – con el se hacen resguardos y polvos para mal (afoché).

Espuela de caballero – con estas yerbas se cerca de Elegguá para que no se avive.

Guabico – utilizada por el mayombero para librar de persecuciones.

Gambute o gambutera – se hacen mazos con sus ramas y se colocan junto a Elegguá para que la brujería de un enemigo se debilite y no surta efecto.

Guayaba – a la suerte se le atrae con siete garabatos pequeños.

Jurubana o jurubaina – uno de los grandes mayombes. Le saca el bilongo del cuerpo a la gente. También pertenece a Changó y Oggún.

Ñame – pertenece a todos los orishas. Es un fruto bendito.

Palo negro – hay que tenerlo a mano para cuando Elegguá lo pida lo mismo que amansa-guapo y abre-camino.

Pata de gallina – Elegguá amarra con esta yerba que se pone sobre su cazuela.

San Diego – encierra uno de los secretos más grandes de Elegguá.

Tripa de jutía – se le pone a Elegguá para enfurecerlo y que salga a guerrear.

Cayajabo – sirve para amuletos.

Plantas de Oggún

Algarrobo – se emplea en resguardos. Se usa en ceremonias de Palo Mayombe.

Arabo de piedra – se trabajan las raíces al pié de Oggún para asegurar un negocio.

Bejuco de San Pedro – se utiliza en resguardos. Aparta el peligro por accidentes.

Caña santa – con ella se enardece a Oggún.

Majagua – se utiliza en tiras para amarres.

Palo clavo – el cocimiento de sus hojas y raíces sirven para expulsar bilongos.

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