Los principios de la creación.
Olodumaré y la nada ,en los principios del mundo ,sólo él y su inmensa energía. No existía tiempo ni espacio ,entonces el sopló y de su aliento se generaron las partículas de las cuales se desprendió el tiempo y creó a Agba Lodé (el espacio infinito) ,creó a Oshupá (la Luna) ,Irawó (las estrellas) ,Onírawó (los cometas) ,silbó y se desprendieron los 400 Irunmole.
Determinó el delante y detrás ,el arriba y abajo ,con esto se generaron los espacios ,puso un pasado ,presente y futuro y generó de esta manera el tiempo.
Como se sentía solo colocó el sol (Olorun) que sería su representación ante los demás de la creación ,a cada energía le dio un lugar y una tarea ,que el mismo controlaría bajo la denominación de Olofí. Encomendó a Oduduwá y Obbatalá la creación de la tierra y le dio a Orúla el conocimiento ,para que los tres sean los benefactores del Mundo y de sus habitantes. Oduduwá junto a Oranmiyán creó la tierra y Obbatalá junto a Dadá la poblaron.
Sopló su aliento divino para dar vida a los reinos de la naturaleza ,Eda Erin (reino mineral) ,Eda Eweko (reino vegetal) ,Eda Eranko (reino animal) y Eda Oma Eni (reino de la inteligencia).
Silbó a su Izquierda y se generaron los Igbamolé y a cada uno le dio la tarea de regir los diferentes elementos de la naturaleza que iban surgiendo con ellos.
Dejó su constante energía en forma lumínica ,bajo la denominación de Olorun ,que con las diferentes vibraciones de su creación generarían los colores a ellos aparejados y la luz. Por su inmensa tarea encomendó a Oshupa controlar una parte del mundo cuando el supervisara la otra y se generó el girar del mundo,el día y la noche.
To Iban Echu.
Olofí
Las disputas en el mundo
Olofí ,bajaba cada cierto tiempo al mundo a controlar el desarrollo de este ,pero esta tarea era por demás agotadora ,entonces decide tomar a algunos Igbamolé ,a los que llamó Orichas y les reparte los Aché para que cada uno de ellos dominaran una tarea específica y de esta manera el tendría menos trabajo.
Así fue que a Obbatalá por ser un Irunmole devenido a Oricha ,le da el Aché de la creación ,el arte y la inteligencia ,a Ochún el dominio de las aguas dulces ,a Changó el dominio de los truenos ,rayos ,fuego y la estrategia de guerra ,a Yemajá el poder sobre las rías a la par de su padre Olokun dueño del océano ,a Oké el poder sobre las lomas y elevaciones de la tierra ,a Aggayú el volcán ,junto a Oroiña el poder de la lava vólcanica ,a Oyá el poder sobre los vientos y los cementerios ,a Ossain la hiervas ,a Babaluaiyé el poder sobre las enfermedades y así sucesivamente.
Lo que Olofí no tuvo en cuenta es la disputa de los Orichas entre sí por el poder de cada uno de ellos y el tratar de sobresalir ante él.
A díario tenía que recibir las quejas de uno u otro Oricha que llegaban al Orún buscandolo como juez de los diferentes problemas. Ya cansado de tener que mediar entre ellos , creó a Ayagguna como Oricha de las disputas ,para que este fuera quien decidiera en su lugar y trajera la paz. Pero un día de los que bajó a la tierra se dio cuenta que Ayagguna era juez y parte de las disputas ,lo llamó y le dijo "Te envié a la tierra ,para que disolvieras los enfrentamientos y te encuentro atizandolos" ,a lo que Ayagguna respondió "Lo que sucede es que las disputas son necesarias ,si quiere uno ,querrán dos y ganará el más capaz ,de este modo el mundo progresa".
Entonces Olofí dijo "Si es de esa manera entonces el mundo existirá hasta que tú no tengas más trabajo"
De este modo Olofí se retiró al Orún y nunca más volvió a bajar a la tierra ,ni meterse en los problemas de los humanos.
Elegba era hijo de Okuboro, rey de Añagui. Un día, andaba con su séquito y vió una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Al acercarse vio que era un coco seco. Elegba se lo llevó al palacio, le contó a sus padres lo que había visto y tiró el coco detrás de una puerta. Poco después todos se quedaron asombrados al ver la luz que salía del coco. Tres días más tarde, Elegba murió. Todo el mundo le cogió mucho respeto al coco, que seguía brillando, pero con el tiempo, la gente se olvidó de él. Así fue que el pueblo llego a verse en una situación desesperada y cuando se reunieron los viejos, llegaron a la conclusión, de que la causa estaba en el abandono del coco. Este, en efecto se hallaba vacío y comido por los bichos. Los viejos acordaron hacer algo sólido y perdurable y pensaron en colocar una piedra de santo en el lugar del coco, detrás de la puerta. Este fue el origen del nacimiento de Elegba como orisha.
Atributos: A Elegba se le atribuye todo tipo de objeto utilizado en los juegos infantiles: papalotes, pitos, bolas, soldaditos, así como todo tipo de llaves, machete, garabato, sombrero de guano, artes de caza y pesca, pepitas de oro y monedas de plata, palos de monte, bejucos, escopetas y cananas, tarros de venado, cocos secos decorados, porrón, tarros de chivo.
Bailes: Cuando este orisha se sube, corre a situarse detrás de la puerta, que es su lugar ritual. Brinca y se agita como un chiquillo, hace muecas y mima juegos infantiles, como empinar un papalote y bailar un trompo. Le hace bromas a los espectadores, se va y luego regresa, no deja de hacer monerías, algunas de las cuales pueden ser eróticas. Siempre se le entrega un garabato con el que representa apartar la maleza, subrayando su papel de abrir los caminos. Frecuentemente baila en ún solo pie y dando vueltas, en lo que parece ser una alegoría del remolino.
Catolización: Elegba sincretiza con el Niño de Atocha. La historia del Niño de Atocha es como sigue: en la ciudad de Atocha, en España, había muchos cristianos presos durante los últimos años de la ocupación árabe. Nadie estaba autorizado a entrar en las prisiones salvo los niños. Cierto día, un niño llegó a la prisión cargando un cesto lleno, de pan y un cubo lleno de agua con un cuenco para beber. Los moros quedaron asombrados, al observar que después de haberle servido a los innumerables prisioneros, tanto el cesto como el cubo seguían tan colmados como al principio. De acuerdo a la leyenda, Jesucristo había atendido a las plegarias y había venido, como niño a los que carecían de ayuda material y espiritual. Desde entonces es la imagen del niño de Atocha. Su fiesta de celebración el 1ro de enero. Su sincretización con Elegba parece relacionarse al carácter infantil con que se presenta el orisha. Su día es el 6 de enero
Patakki de Obbi
Olofi que había visto en Obbi un personaje justo, sin orgullo ni pretensiones o vanidad, lo había situado en lo más elevado de la palmera, y le puso tanto su alma como su cuerpo todo de blanco. Como Elegguá siempre fue el verdadero mensajero de Olofi, éste lo puso también al servicio de Obbi y por eso pudo conocer a todos sus amigos: los ricos, los pobres, los limpios, los sucios, los derechos y los jorobados. Un día Obbi iba a celebrar una fiesta y encomendó a Elegguá para que invitase a sus amigos, pero como éste había visto ya el orgullo y vanidad de Obbi, convidó a los mendigos del pueblo. Cuando Obbi vio su casa llena de tanta gente sucia, les abochornó, por lo que se marcharon; y ante esta acción, Elegguá también se marchó. Pasado algún tiempo, Olofi llamó a Elegguá:-Quiero que me vayas a casa de Obbi - pero Elegguá le cortó:
-Padre, mándeme donde quiera, menos a casa de Obbi
-¿Qué te pasa con Obbi? - A lo que le contó lo sucedido. Olofi para comprobar, se disfrazó de limosnero y cambiando de voz, le llamó. Cuando Obbi vio a aquel hombre tan sucio le dijo:-¿Usted no podría haberse vestido mejor antes de venir aquí? ¿No ve que su traje puede manchar el mío?- y dio la espalda al limosnero.
Al andar tres pasos, Olofi lo llamó fuertemente, con su voz natural, y cuando Obbi sorprendido alzó la vista, se vio frente a Olofi, que se había transformado al natural:-Perdóneme, papá...
-Obbi, tú eras el más limpio que yo había creado, por eso tu cuerpo y tu alma son blancos por dentro y por fuera; y ahora te llenas de vanidad. Maldiciendo te digo que mientras exista este mundo, tu seguirás siendo blanco por dentro, pero negro por fuera, y andarás siempre rodando por el suelo como castigo
Oyá no podía tener hijos y fue a consultar al babalaò. Este le dijo, entonces, que si ofreciera sacrificios, podría tenerlos. Uno de los motivos por los cuales no tenía todavía era porque ella no respetaba su prohibición alimentaria (evó), que prohibía comer carne de carnero. El sacrificio sería de 18.000 caracoles de mar (el pago), muchas telas coloridas y carne de carnero. Con la carne preparó un remedio para que ella lo comiera; y nunca más debería comer de esa carne. En cuanto a las telas, deberían se entregadas como ofrenda.
Ella así lo hizo y, tiempo después, dió a luz nueve hijos (número místico de Oyá). De ahí en adelante ella también pasó a ser conocida por el nombre de "Iyá omo mésan", que quiere decir "la madre de nueve hijos" y que se aglutina como "Iyansan".
Hay otra leyenda para explicar el mito de Iansã. En cierta época, las mujeres eran relegadas a un segundo plano en sus relaciones con los hombres. Entonces ellas resolvieron castigar a sus maridos, pero sin ningún criterio o límite, abusando de esta decisión, humillándolos en demasía.
Oyá era la líder de las mujeres, qeu se reunían en el bosque. Oyá había domado y entrenado un mono marrón llamado ijimerê (en Nigeria). Utilizó para ello una rama de atori (ixã) y lo vestía con una ropa hecha de varias tiras de tela colorida, de modo que nadie veía el mono debajo de las telas.
Siguiendo un ritual, mientras Oyá blandía el ixä en el suelo el mono saltaba de un árbol y aparecía de forma alucinante, moviendose como fuera entrenado para hacerlo. De este modo, durante la noche, cuando los hombres pasaban por ahí, las mujeres (que estaban escondidas) hacían aparecer el mono y ellos huían totalmente asustados.
Cansados de tanta humillación, los hombres fueron con un babalaô para intentar descubrir lo que estaba sucediendo. A través del jogo de Ifá, y para castigar a las mujeres, el babalaô les cuenta la verdad y les enseña como vencer a las mujeres a través e sacrificios y astucia.
Ogum fue el encargado de la misión. El llegó al lugar de las apariciones antes que las mujeres. Se vistió con varias telas, quedando totalmente cubierto y se escondió. Cuando las mujeres llegaron, apareció súbitamente, corriendo, gritando y blandiendo su espada por los aires. Todas huyeron desesperadas, inclusive Oyá.
Desde entonces los hombres dominaron a las mujeres y las expulsaron para siempre del culto de Egum; hoy, ellos son los únicos autorizados para invocarlo y venerarlo. Pero, aún así, ellos rinden homenaje a Oyá, en su calidad de Igbalé, como creadora del culto de Egum.
Conviene hacer notar que, en el culto, Egum nace en la selva (igbo igbalé). En Brasil, en el ilê awo, él nace en el cuarto de balé, donde son colocadas ofrendas de comidas y realizadas ceremonias a los Eguns.
Oyá también es venerada como madre y reina de Egum, como Oyá Igbalé. Y, como nos explica la leyenda, Oyá, la selva y el mono están intimamente ligados al culto, inclusive en relación a la voz del mono como forma de hablar del Egum
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