PRETA VELHA MARIA CONGA.

#PortalAfricanista En aquellos tiempos, las esclavas africanas eran destinadas a la fuerte labor del dia, a procrear y generar hijos, que eran apartados a temprana edad. Otras, alimentaban las crianzas de otras esclavas, tarea realizada con pasión, por Vovo María Conga. Casi todas las mujeres esclavas se transformaban en madres, cuidaban de los niños, sin saber dónde eran enviados sus padres, rezando para que sus propios hijos, encontrasen aliento donde quiera que estuvieran.
Los Orixa Africanos, desempeñaban un papel fundamental en esa época. Diferentes Naciones de África, que antes guerreaban entre sí, fueron obligadas a unirse en defensa de la raza y todos los Orixa pasaron a trabajar para el pueblo negro.
Las Madres, tomaban conocimiento del destino de sus hijos, a través del mensaje de los ancestros. Eran ellos que pedían ofrendas en momentos difíciles para aliviar el dolor.
Vovo María Conga, dejo de ser "fértil", usando unas Hierbas, y por el hecho de ser una esclava fuerte, fue enviada a la plantación de caña, donde la cosecha era siempre motivo para mucho trabajo. Las mujeres cortaban la caña, los niños más grandes creaban los fardos para que los esclavos lo carguen hasta el lugar que les era indicado.
Fue en una de esas ocasiones, que María Conga, supo que uno de sus hijos, apartado de ella a muy corta edad, se había convertido en un esclavo fuerte, y que trabajaba en una hacienda cercana donde estaba ella. Su corazón desbordo de alegría, con una gran necesidad de verlo, de encontrarlo. María Conga escapa de la hacienda, corriendo de sol a sol, para admirar le belleza de aquel fuerte negro que era su hijo.Las primeras veces, no tuvo los medios para hablar con él, pero los Orixás escucharon su suplica, para que los dos pudieran abrazarse en un llanto de felicidad, por tanto tiempo contenidas.
Cierta tarde, regresando a la hacienda, fue descubierta; soportando el dolor del látigo, pero con astucia, conseguía pasar los pies por los grilletes escapando nuevamente. Los blancos, al saber que se escapaba una y otra vez, queman su pierna derecha un poco encima de la canilla.

Imposibilitada de ver a su hijo, con menos capacidad de trabajo, por las secuelas de esa brutal quemadura, comenzó su lamento de dolor, dedicándose a cuidar de los niños negros y de los enfermos. De repente, María Conga fue encontrada callada, con una gran tristeza al enterarse que su amado hijo, fue muerto cuando intentaba huir para verla.
Su comportamiento cambio, de ser alegre y divertida, a una fría seriedad, pero siempre cuidaba de los esclavos enfermos y de otros negros que venían a pedirle un consejo, contando historias de reyes negros a los niños, historias de otras tierras más allá del mar, donde no había esclavitud ni sufrimiento.
Un día, los esclavos fueron a visitar a María conga dentro de la hacienda, les extraño su sueño sereno y su semblante feliz al dormir. María Conga había dejado este plano físico, Oxala la había rescatado para que se convirtiera en una estrella de su constelación.
A partir de ese momento, los esclavos la pasaron a venerar como una santa, y toda vez que necesitaban curarse o pedir su protección entonaban:
“Brillo una estrella en el cielo, Oxala mando a María Conga a la tierra, y allá en el Mar las olas alegres, saludan a Preta – Velha María Conga da Bahía”.

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