#PortalAfricanista Dentro de la religión vudú, está presente el concepto de alma dual y se encuentra íntimamente
ligado con la figura del zombi. Existen por lo menos dos tipos de alma según esta tradición: el Gros
Bon Ange (gran buen ángel) y el Ti Bon Ange (pequeño buen ángel). El primer tipo de alma, el Gros
Bon Ange, es un concepto espiritual al que se le atribuye la memoria, los sentimientos y la
personalidad de la persona. Esta alma está en relación directa con el cuerpo. Algunos estudiosos
consideran que, dentro de la religión vudú, perder el Gros Bon Ange equivale a perder la vida. El
segundo tipo de alma, el Ti Bon Ange, es un concepto espiritual que está ligado al cerebro, a la
sangre, a la cabeza y a la conciencia del hombre. Este tipo de alma representa, por un lado, al zombi
(zombi incorpóreo) y por otro, su ausencia, o robo (por parte del hechicero o bokor) explican,
dentro del imaginario haitiano, la condición de zombi de una persona (zombi corpóreo). A pesar de
las discusiones acerca de las características y función que ambos tipos de alma tienen, se ha llegado
a aceptar generalmente que es el Ti bon Ange el que está directamente relacionado con lo que los
creyentes llaman el proceso de zombificación.
Esta división del alma en la religión vudú es importante para entender el concepto de zombi, particularmente en lo relativo al Ti Bon Ange, pues es a partir de esa forma de alma que se desenvuelven los dos tipos de zombi que han sido estudiados a partir de testimonios: el zombi corpóreo y el incorpóreo, o como algunos estudiosos los han llamado: el cuerpo sin alma y el alma sin cuerpo. Está bien documentado que no hay una división tajante entre ambos tipos de zombis dentro del pensamiento mágico en Haití; se puede observar que, dentro de los relatos recogidos por etnólogos, la distinción entre un zombi y otro no es clara ni definitiva, pues los relatos pueden describir por ejemplo, a un zombi que camina por la calle, que ha salido de su tumba, o uno que habita una vasija para ser vendido después y brindar protección, pero ambos, por ejemplo, dentro del imaginario haitiano, pueden funcionar como servidumbre doméstica.
Esta división del alma en la religión vudú es importante para entender el concepto de zombi, particularmente en lo relativo al Ti Bon Ange, pues es a partir de esa forma de alma que se desenvuelven los dos tipos de zombi que han sido estudiados a partir de testimonios: el zombi corpóreo y el incorpóreo, o como algunos estudiosos los han llamado: el cuerpo sin alma y el alma sin cuerpo. Está bien documentado que no hay una división tajante entre ambos tipos de zombis dentro del pensamiento mágico en Haití; se puede observar que, dentro de los relatos recogidos por etnólogos, la distinción entre un zombi y otro no es clara ni definitiva, pues los relatos pueden describir por ejemplo, a un zombi que camina por la calle, que ha salido de su tumba, o uno que habita una vasija para ser vendido después y brindar protección, pero ambos, por ejemplo, dentro del imaginario haitiano, pueden funcionar como servidumbre doméstica.
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